Nuestra Historia

Todo comenzó con un sueño…

Somos un restaurante a la parrilla (El Correo) y una repostería (Amada).

En un mismo lugar, encuentras desde las más ricas entradas, jugosas y tiernas carnes, exquisitos vinos y, para cerrar con broche de oro, los más deliciosos postres.
Nacimos del más puro amor por la comida y por los buenos momentos con la familia y amigos, nacimos para darte gusto, para que salgas con tu barriga llena y tu corazón contento!

Todo comenzó con un sueño

Una idea para rendirle tributo a la Abuela y sus deliciosas preparaciones. Las recetas de sus postres, siempre famosos, no podían perderse con el tiempo, y por eso decidimos comenzar con una pequeña repostería en casa, con tiempo y dedicación fuimos creciendo, abrimos nuestro primer punto de venta en Medellín en Julio de 2009, un lugar lleno de amor, buenas energías y muy acogedor. Después llegó algo más grande...
Nuestra Parrilla también empezó con un sueño, pero esta vez real, no un anhelo, un sueño de esos que se tienen en la noche.

Tras unos años de tener nuestra repostería, de logros y tropiezos, de mucho aprendizaje, decidimos abrir un nuevo formato, un lugar en el cual nuestros comensales vivieran, de principio a fin, una experiencia, desde la entrada hasta el postre en un mismo lugar, por eso, unimos conocimientos y emprendimos nuestro restaurante de Parrilla, y es ahí donde una noche soñamos.

En la cabeza de uno de nosotros apareció nuestro Querido Pascual, un hombre enamorado de su Amada, quien le enviaba cartas de amor por ese Correo que ya casi no se usa, un Correo que a muchos nos trae hermosos recuerdos, un Correo que no podíamos dejar en el olvido. Y así de ese sueño partimos, en Octubre de 2012, un domingo, abrimos las puertas de El Correo y Amada, y desde ese día no hemos parado de soñar, de aprender, de crecer y de trabajar para cada día ser mejores.
Esperamos que pasen los años y con nuestro Querido Pascual y su Amada, seguir deleitando paladares., que tanto este correo y el antiguo sigan vigentes, y que continuemos recibiendo a nuestros comensales con todo el amor para llenar sus panzas y alegrar sus corazones.